martes, 3 de febrero de 2015

Recuerde quién es usted - Reflexiones

Imagine que alguien esta tratando de robarle su herencia, impidiéndole reclamar sus derechos como hijo o hija de la realeza. Imagine que la estrategia consiste en hacer que dude de que en realidad tiene sangre real.

Satanás está tratando de robarle la alegría y de persuadirlo a que dude de su identidad legal. No se lo permita. En su documento de adopción (a saber, el certificado de bautismo), dice que Dios es su Padre. San Pedro dice que usted es nada menos que un integrante del pueblo escogido de Dios, sacerdote real de Dios.

Paradójicamente, su identidad como miembro de la realeza, explica por qué a veces su vida es tan difícil. “Porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere” (Proverbios 3:12). Es un gran consuelo saber que nuestro amoroso Padre tiene un ojo puesto en nuestras dificultades para asegurarse de que no estemos abrumados. Es un gran consuelo saber que ninguno de nuestros sufrimientos es en vano: él hará que cada partícula de sufrimiento obre para nuestro bien, de una manera o de otra.

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