miércoles, 29 de octubre de 2014

Pelear no te da ningún beneficio - Matrimonios

Por Enrique Monterroza
Colosenses 4:6: “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”
Es normal que en todo matrimonio hallan ciertas diferencias, ya que el convivir con una persona que se ha criado de forma diferente a la tuya hará que ciertos hábitos de dicha persona no sean quizá compatibles con lo que a ti te enseñaron.
Pero lo que si no es normal es que las peleas sean diarias y por situaciones que muchas veces no valen la pena.
Un dicho dice: “para pelear se necesitan dos”, la pregunta sería: ¿Estás tú en la disposición de pelear?, de eso se trata, hay cosas insignificantes en nuestro diario vivir como pareja que quieren estorbar nuestra relación, y es ahí en donde cada uno de nosotros debemos poner de nuestra parte para poder sobrellevarnos el uno al otro, nadie es perfecto, es más cada uno que conforman la pareja tienen defectos diferentes o similares, pero el mismo amor que sintieron antes de casarse es el que tiene que perdurar en la relación ahora de casados.

¿POR QUÉ PELEAR HASTA POR LO MÍNIMO?
Lastimosamente muchas veces la pareja puede estar influenciada por lo que de niño vivió, es decir que si de niño viste como tu padre le hablaba fuerte a tu madre, como a una esclava quizá, entonces muchas veces el hombre quiere inconscientemente imitar lo que en su casa observo. Igualmente la mujer, muchas veces es influenciada por lo que vio de niña, al ver que su madre peleaba por cualquier cosa con su padre, ahora en el matrimonio también inconscientemente hará lo mismo.
Todo eso son situaciones hereditarias que inconscientemente muchas veces estamos permitiendo, errores que lo que hacen es desgastar la relación y llevarla a una posible ruptura.

Yo creo que cuando decidiste casarte, no pensaste en que pronto te ibas a separar de esa persona, al contrario el día que te casaste prometiste estar con ella o con el hasta que la muerte los separe. Y es que el amor antes del matrimonio es de ensueño, pero personalmente creo que el verdadero amor se demuestra en el matrimonio y no antes del matrimonio. Amar y comprender a una persona que solo ves por momentos en el día es fácil y eso es lo que pasa en el noviazgo, pero en el matrimonio tienes que amar y comprender a una persona que pasara a tu lado los 365 días del año, ahí conoces a esa persona a totalidad, facetas de él o ella que no conocías o por lo menos no te había mostrado, y en cuanto a eso tienes que saber anteponer tu amor por esa persona, antes de la crítica o el juicio descabellado.
Hay parejas que pelean hasta por lo más mínimo, porque quizá no apago la luz de la habitación, porque quizá no cerró la puerta del baño, quizá porque hizo desaparecer la pasta de dientes o porque deja tirada la ropa en cualquier lugar y no en la canasta de la ropa sucia. Todo eso son cosas insignificantes que no tendrían que provocar una pelea, pero muchas veces nuestra poca tolerancia hace que estallemos y digamos cosas que no teníamos que decir y todo por algo tan simple y sencillo como los ejemplos que anteriormente señalé.
Matrimonios que me leen en esta hora, a conciencia respóndanse esta pregunta: ¿Crees que vale la pena pelear por cosas insignificantes?, ¿Crees que ayudará levantar tu voz y decir palabras discriminativas hacia tu pareja?, Sinceramente dime tu: ¿Crees que te traerá algún beneficio pelear recurridamente?, personalmente creo que lejos de traer un beneficio trae un ambiente negativo en el hogar, tu esposo o esposa por mucho que te ame no soportará vivir todo el tiempo en continuas discusiones, por tal razón es necesario muchas veces autoevaluarse como pareja y hablar pasivamente de las cosas que no nos parecen o de las cuales deberíamos mejorar.
La Biblia dice en Proverbios 10: 19 “En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente”. Sin lugar a dudas muchas veces necesitamos frenar nuestros labios para no decir muchas palabras que luego nos causaran roces y conflictos matrimoniales.

¿CÓMO EVITAR PELEAR POR CUALQUIER COSA?
No hay nada que justifique el hecho de pelear o discutir de mala manera en una relación de matrimonio. Las discusiones aunque no las podemos evitar, si podemos evitar llegar a extremos que puedan causar daño emocional. Por tal razón quiero darte algunas recomendaciones que te pueden ayudar a no enojarte y pelear por cualquier cosa en tu matrimonio:

  1. Que tu enojo no dure demasiado: Es inevitable no enojarse, además también es algo normal como humanos que somos, la pregunta sería: ¿Es malo enojarse?, la verdad es que no es malo y es una reacción humana como cualquier otra, pero motivada por un descontento, la Biblia dice en Efesios 4:26: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo”. Lo cual es obvio que enojarse no es malo, pero las reacciones que ese enojo puede provocar si pueden ser perjudiciales para tu matrimonio. Por lo que Pablo recomienda a los de Efeso: “no se ponga el sol sobre vuestro enojo”, en pocas palabras y traducido a nuestro lenguaje cotidiano seria: “enójense pero no cometan locuras, también que su enojo no perdure mucho tiempo”. Si de algo debemos estar conscientes es que no podemos evitar enojarnos en algún momento, pero sí tienes que tener el control de ese enojo para evitar llegar a limites dañinos.
  2. Desarrolla paciencia en tu vida: Si, lo sé, la palabra paciencia no es muy compatible con nuestro carácter, pero no lo digo yo, lo dice la Biblia. Efesios 4:2 dice: “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”. Y es que esa es la palabra perfecta para tener paciencia: AMOR. Mientras en tu vida no exista el amor es difícil soportar con paciencia las acciones que no te agradan. Como pareja debemos amarnos y aceptarnos con nuestras virtudes y defectos, tenemos que aprender a vivir con las imperfecciones de nuestra pareja y nuestra pareja con las nuestras, por tal razón el amor es muy importante para desarrollar paciencia en nuestra vida.
  3. Aprende a quedarte callado(a): Hay momentos en donde es mejor no hablar, por tal razón es necesario aprender a quedarse callado cuando vas a pronunciar un comentario que sabes muy bien que desatará una discusión. A veces el evitarnos decir algo puede ser más provechoso que decir lo que pensamos sin analizarlo. Proverbios 17: 27 y 28 nos da una lección sobre este punto: “El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido. Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido”. Creo que más claro no puede estar, no tengo más que decir después de leer esos versos de Proverbios.
  4. Por último, Pon en práctica el amor que un día le declaraste: Es difícil de asimilar, pero el problema de las discusiones o peleas constantes no existiría si el amor que un día se juraron estuviera presente constantemente en su relación. Y es que se nos olvida que el amor todo lo soporta, no hace nada indebido, no se irrita (1 Corintios 13), pues lastimosamente muchas veces hacemos lo contrario. Pienso que si el amor del uno hacia el otro se mantuviera pese a cualquier cosa, sería una herramienta que nos ayudaría a comprender y tratar de ayudar a nuestra pareja para no caer en errores que nos pueden causar discutir. Con esto no digo que no se amen, sino que muchas veces nos olvidamos que si estamos juntos y nos casamos es porque nos amamos y ese amor con el que un día decidimos pasar el resto de nuestra vida juntos es el que tendría que motivarnos a evitar episodios grises en nuestra relación matrimonial.
Amados, ningún matrimonio es perfecto, pero eso no es excusa para no tratar de buscar la perfección. Cada uno de nosotros somos capaces de mantener un matrimonio saludable, de aprender cada día a tratar mejor a nuestro cónyuge, el hecho de tener muchos años, décadas de matrimonio no quiere decir que no puedas aprender algo nuevo cada día. Si tan solo nuestro corazón fuera humilde para reconocer que muchas veces se nos olvida que el amor es el centro de nuestra relación, creo que nuestro matrimonio aunque no fuera perfecto, si estaría muy bien encaminado y glorificando a nuestro Señor.
Evitemos caer en el juego del enemigo, en el que su episodio preferido es ver como los matrimonios pelean por cosas insignificantes sin obtener ningún beneficio de ello.
Tratemos cada día de amar a nuestra pareja de la misma forma que el amor de Dios y su misericordia es para con nosotros, esto es: NUEVA CADA MAÑANA.
Que nuestro amor por nuestra pareja sea nuevo cada mañana y que la amemos con el mismo o aun mayor amor con el que el día de nuestra boda le declaramos.

viernes, 24 de octubre de 2014

Carta: ¡No Me Dejes Amor! - Matrimonios

Por Brendaliz Avilés

Mi Más Grande Amor:
¿Qué nos ha sucedido? ¿Por qué hay tanta distancia entre nosotros aunque vivimos y dormimos juntos? ¿Has dejado de amarme? ¿Ha menguado tu amor hacia mí? Dime, ¿en qué te he fallado corazón? He pasado largas horas pensando por qué parece que de momento nada resulta entre nosotros.

Hemos pasado por grandes pruebas, pero yo te quiero más con cada día que pasa, mi amor no ha cambiado, mis sentimientos hacia ti, siguen intactos.
Solo Dios sabe que no quiero perderte. A veces te siento tan cerca y otras estas tan distante. Trato de encontrarme en tu mirada, pero me pierdo en el laberinto de los miedos. Me horroriza pensar que quieras divorciarte o apartarte de mí, porque si de algo tengo convicción es de que nuestras vidas fueron unidas por Dios. Yo no creo que dejarme fuera de tu vida sea la solución. Pido a Dios constantemente que puedas recordar, que las muchas aguas no podrán apagar este amor ni lo ahogaran los ríos. Que se supone que el amor nunca deja de ser y que cubre multitud de faltas.
Sé que como ser humano puedo tener muchas imperfecciones, que tengo mis días buenos y mis días malos, pero el día que hice el compromiso de amarte sin importar las circunstancias lo dije muy en serio. Si necesitas tomar aire o espacio, tómalo, pero no tomes decisiones apresuradas que pueden cambiar el rumbo de nuestras vidas radicalmente. No quiero que sueltes mi mano, quiero caminar siempre a tu lado. Juntos hemos creado un hogar, tú tienes la mitad de mi corazón. Yo te pertenezco, tú me escogiste, tú me perteneces, yo te escogí. Juntos somos un complemento, un corazón completo, un alma en dos cuerpos. Si nos unimos encontraremos fuerza para desafiar cualquier tormenta que nos quiera destrozar.
Te amo con todo lo que soy, te quiero con todo lo que tengo y puedo. Tú eres para mí una de las bendiciones más lindas. Si Dios es el centro de nuestra unión, todo marchará bien. Cuéntame que te pasa, háblame, no escondas las palabras, déjalas fluir. Quiero escucharte, deseo más que nada estar junto a ti, cobijarme en la guarida de tu corazón.
Me faltan las palabras para expresar todo lo que estoy sintiendo, pero por medio de esta carta quiero que recuerdes todos los momentos que hemos vivido juntos, los buenos y los malos. Los que nos han hecho ser más fuertes como pareja. Si en algún momento te herí sin pretenderlo o darme cuenta, te pido perdón.
No pretendo que te enojes, solo hago un llamado a lo más íntimo de tu ser, porque mi amor es tuyo por siempre.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Cuidado con los Celos desmedidos - Matrimonios

Por Enrique Monterroza
1 Pedro 3: 1, 2 “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa”.
Todos sabemos qué son los celos, en algún momento los hemos sentido de una u otra forma, todos los seres humanos hemos experimentado ese sentimiento incomodo que nos lleva muchas veces a decir o hacer cosas indebidas.
La Biblia describe a los celos como: Obras de la Carne. (1 Corintios 3:2 y Gálatas 5:20)
Los celos en una relación de matrimonio pueden arruinar la relación, pues los celos son muestra de desconfia
nza y donde no hay confianza seguramente falta amor.
Se supone que los cristianos vivimos para amar a nuestras esposas y las esposas para amar a sus esposos, todo aquel que tenga bien definido este término tratara siempre de ser fiel a quien prometió amor hasta que la muerte los separe.
Lastimosamente hay esposos y esposas que son paranoicos, es decir que tienen celos desmedidos por cualquier cosa, hasta la situación más inofensiva provoca celos y dichos celos traen como consecuencia discusiones, y en dichas discusiones puede aflorar el antiguo hombre y la antigua mujer, permitiendo que palabras no adecuadas salgan de su boca y provoquen una ofensa dolorosa.
La pregunta sería: ¿Qué piensas ganar a base de celos o cuál es tu objetivo demostrándolos?
Personalmente pienso que los celos lo único que hacen es destruir una bonita relación, más cuando no hay una razón valedera para tenerlos.

CELOS DE ESPOSOS
Por lo general los hombres somos un poco despistados, no nos percatamos de las cosas tan fácilmente como lo hacen las mujeres que pueden detectar detalles mínimos, nosotros los hombres tenemos que ver la misma escena varias veces para percatarnos de detalles. Pero eso no quiere decir que no existan celos en los hombres, es más, me atrevería a decir que cuando los hombres demuestran celos lo hacen de una forma mucho más fuerte que las mujeres, aunque no con la regularidad con que lo hacen las mujeres, los hombres también pueden padecer de celos desmedidos.
Tenemos que aprender como buenos cristianos que los celos no son algo que debería existir en nuestra vida, ni mucho menos en nuestra relación de matrimonio. Los Celos destruyen hogares, roban el amor con el que Dios quiere que nos tratemos, los celos solo traen consigo consecuencias negativas y falta de confianza, más la voluntad de Dios en una pareja no es que los celos sean el pan de cada día, sino que podamos comprender que el amor que un día nos prometimos, es el que debe existir cada día de nuestra vida.
Como hijos de Dios nosotros los hombres tenemos que aprender a confiar en nuestra esposa, a permitir que ella tenga las amistades que quiera y pueda tener, sabiendo de antemano que por amor a ti, tratará de respetarte, que no hará nada que pueda dañar la relación que un día comenzaron y la cual ira floreciendo cada día mientras pasen los años.
Esposos que me leen, tratemos de ver no con nuestros ojos carnales, sino con los ojos de Cristo, no veamos a las amistades de nuestra esposa como una competencia, ¿Acaso piensas que te pueden robar a tu esposa?, ¿Qué ella dejara de amarte?, ¿O que hay alguien que sea mejor que tú para tu esposa?
Todo eso es señal de desconfianza, antes que te casaras con esa mujer le pediste matrimonio, quizá lo hiciste de una forma única en donde tu amada no pudo soportar las lágrimas de felicidad, cuando te dio el “SI” te lo dijo porque quería pasar el resto de su vida contigo, porque te amaba, porque estaba segura que tu así como eres, con tus defectos y virtudes eras el hombre que con el que ella deseaba pasar el resto de su vida. Entonces frente a esto: ¿Cuál es tu temor?, ¿Por qué tantos celos?, Ámala, respétala, permítele ser libre, ella no es tu esclava, es tu ayuda idónea, un vaso frágil al que debes amar, pues un día le prometiste amararla en las buenas y en la malas. ¡Basta ya de tantos celos del demonio!
No permitas que los celos te roben la bendición de una familia, esos celos enfermizos que te llevan a reaccionar no como un cristiano hijo de Dios nacido de nuevo, sino como una persona sin sentimientos que piensa que con decir lo que siente en ese momento impondrá respeto y temor a su esposa. ¿Qué es lo que quieres?, ¿Qué tu esposa te respete por miedo a lo que puedes decirle o hacerle?, o ¿Qué tu esposa te respete por el amor que le tienes y excelente que la tratas?

CELOS DE LAS ESPOSAS
Definitivamente todo lo que escribí antes también se aplica a la esposa, puesto que es triste también ver como hay esposas que desesperan a sus maridos por esos celos tan enfermizos que poco a poco están carcomiendo su relación de matrimonio.
Hay muchas esposas que permiten que la televisión las influencie a ser “esposas duramente celosas”. Hay mujeres que pasan conectadas a la televisión viendo novelas y programas que trasmiten esa clase de matrimonios en donde los engaños, las infidelidades y el desamor son la base que rodea a esos programas de televisión. Las mujeres están tan impregnadas de esas ideas que ven por la televisión que creen que su matrimonio puede ser igual o peor, eso hace que a la mínima sospecha actúen ferozmente en contra de su esposo, aquel hombre que quizá ni por su mente pasa la mínima probabilidad de engañar a la mujer que eligió para pasar el resto de su vida.
Las mujeres muchas veces no se dan cuenta que con tanto reclamo sin fundamento y tantas palabras que salen de su boca cual ametralladora lo único que hacen es crear en su esposo un sentimiento de desconfianza hacia él. Ahora el esposo no se sentirá tranquilo de nada, pues la esposa de celos enfermizos revisa hasta el mínimo detalle de él, su ropa, su celular, sus archivos, su computadora, ¡hasta su correo electrónico!, ¡POR FAVOR!, ¿Qué clase de relación amorosa y de matrimonio es esa?, no me vengas con el cuento que tienes que investigar todo porque puede estarte engañando, pues para que te engañe antes de engañarte a ti, tiene que fallarle al Señor, fallarle a tus hijos, a su familia, a todo mundo. Creo que un cristiano verdadero pensaría seriamente todo lo que perderá antes de caer en una infidelidad.
No provoques a tu esposo a que te sea infiel, ya que de tanto darle al mismo tema y reaccionar a la mínima sospecha tu esposo se puede cansar, desanimar y tú misma lo puedes llevar a caer en ese error que le costara muchas cosas en su vida. En lugar de mantener celos constantes, ámalo, atiéndelo como a un rey, demuéstrale confianza, que él pueda contarte todo, dale motivos para que este seguro que puede contarte cualquier cosa sin caer en peleas y cuestionamientos llenos de celos. Evita por todos los medios caer en los repetitivos cuestionamientos sobre su fidelidad a ti. Confía en el y en el amor que un día te prometió y por el cual ahora son una familia.

LA CONFIANZA ES ESENCIAL EN UN MATRIMONIO
Si hay algo que debemos cultivar en nuestro matrimonio es la confianza, pues la desconfianza va destruyendo poco a poco la relación, más la confianza la fortalece. Que los celos en el matrimonio no se conviertan en la razón de una dolorosa separación o de errores que pueden costarnos mucho en la vida, tanto familia y secular, como espiritual.
Esposos amen a sus esposas, confíen en ella, trátenlas como unas reinas, igualmente esposas confíen en sus maridos, ámenlos, trátenlos bien, que ellos quieran estar en casa porque hay un ambiente de amor y confianza y no que prefieran trabajar horas extras por no llegar temprano a casa y enfrentarse a las mismas peleas de siempre.
Recordemos que la base fundamental de la sociedad y de la Iglesia es la Familia, cuando en la familia hay un ambiento lindo, la Iglesia también puede percibirlo y será bendecida, pero cuando las familias tienen ciertos roces, problemas constantes, también la Iglesia se ve afectada y sobre todo el Nombre de nuestro Dios.
Demos testimonio al mundo que nuestros matrimonios son diferentes al promedio, que en nuestro hogar existe un verdadero AMOR, una verdadera CONFIANZA, un hermoso AMBIENTE, provocado por Dios mismo y por el amor del uno hacia el otro.


lunes, 20 de octubre de 2014

Salir de la Rutina te dará buenos resultados - Matrimonios

Por Enrique Monterroza
Eclesiastés 9:9“Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol”
Realmente no acostumbro escribir para matrimonios, no porque no tenga conocimiento, pues yo mismo estoy casado desde hace pocos años, pero no se necesita estar casado cincuenta años, para poder ver qué áreas del matrimonio se tienen que fortalecer para no caer en fracasos.
El matrimonio es lindo, cuando era soltero oía del matrimonio, veía matrimonios, tenía una idea de lo que podría ser el matrimonio, pero cuando ya estuve en los zapatos del Matrimonio me di cuenta que NO SABÍA NADA. Que era otro mundo y que lo que me habían contado o yo había especulado, era TOTALMENTE distinto a lo que realmente el Matrimonio era.
Cuando novio solo pensaba en pasar tiempo con mi novia, frente al televisor tomados de la mano, comiendo bocadillos, mientras era la hora de despedirnos. Ahora ya casados hay muchas cosas de que preocuparse para mantener un hogar y sobre todo una familia.
Pero considero que una de las cosas importantes para que un Matrimonio pueda mantenerse siempre fortalecido y para que la llama del amor nunca se apague es: SALIR DE LA RUTINA.

SALIR DE LA RUTINA.
La verdad es que todos los que están en la barca del Matrimonio no me dejarán mentir, que hay algún momento dentro de la relación que todo se convierte en una rutina y que se repite semana a semana.
Levantarse, cambiarse, desayunar y salir a trabajar, es una rutina que no podemos cambiar, trabajar durante el día, llegar a casa cuando el sol se está ocultando, cenar y luego descansar para terminar el día durmiendo, se puede convertir en una rutina que al no darnos cuenta puede ser dañino para nuestro Matrimonio.
Es necesario comprender que necesitamos salir de esas rutinas que quieren llevar nuestro matrimonio a algo monótono, que a su tiempo aburre, estresa y sobre todo hace perder el encanto que un día hubo.
¿No te ha pasado que has visto parejas que de novios eran un amor el uno para el otro y que ahora después de unos meses o años de casado, no se soportan el uno al otro?, sí se da, es duro decirlo, pero a veces hasta es normal, por eso aveces el esposo quiere pasar el mayor tiempo posible fuera de la casa para no tener que pelear cada vez que llega, o la esposa trata por todos los medios de hacer cualquier cosa para no estar atendiendo a su esposo para no pelear con él.
Es extraño que esto se de en un matrimonio cristiano, pero ¡Ojo! Los matrimonios cristianos tienen la misma probabilidad de caer en esto que cualquier otro matrimonio, el hecho de que seamos cristianos no quiere decir que vamos a estar exentos de esto, es por esa razón que personalmente recomiendo algunas cosas para no caer en esa rutina aburrida y que roba bendición:

  1. Llama a tu cónyuge en algún espacio en el día: Quizá tengas un día muy atareado como muchos los tenemos, pero te aseguro que si en el transcurso del día llamas a tu cónyuge y le dices lo mucho que la amas, eso hará que la rutina cambie. A veces los pequeños detalles son los más importantes, tu puedes tener todo el dinero del mundo y querer ganar su amor y respeto a base de bienes y cosas materiales, pero no hay como los pequeños detalles que además de no tener grandes costos crean un respeto, una admiración y sobre todo hacen crecer ese amor que los unió desde un principio. Por esa razón te invito a que apartes un tiempo del día para hacer una corta llamada, algo como: “Hola amor, solo te llamaba para decirte lo mucho que te amo y lo importante que sos en mi vida”. Te aseguro que esas cortas palabras harán que el corazón de tu amada o tu amado se escape a salir, seguramente tendrás una cena deliciosa.
  2. Llévale rosas de vez en cuando: pareciera de película, pero no te imaginas lo importante que son las rosas para las mujeres. Todavía recuerdo la primera vez que le regale rosas a mi esposa Yamita, ¡Lloró!, y es que yo era de esos que pensaban: “Las rosas ¿Para qué?, es demasiado cursi”, pero cuando lo hice me di cuenta que ese detalle puede cambiar por completo tu perspectiva de las rosas. No hay nada mejor que llegar un día de trabajo con un ramo de lindas rosas y obsequiarlas a tu esposa. ¡Eso es salir de la rutina!
  3. Salgan a cenar o a comer fuera de casa: Yo sé que muchas veces la economía no da para mucho, pero hay lugares a los que podemos salir sin necesidad de gastar grandes cantidades de dinero. Una buena forma de salir de la rutina es salir a comer a fuera, que tu esposa descanse de hacer comida una noche o un día y salir a comer, pero hacerlo especial, ir a disfrutar y no solo por compromiso o por hacerlo. Salir a comer tendría que ser algo especial, tener tiempo para platicar y para pasar momentos juntos que seguramente mucho lo necesitan. ¿Y los niños que los hago?, busquemos a un familiar o a una persona de confianza que nos ayude con ellos, es importante que se dediquen tiempo el uno para el otro, una noche o un rato en el día que dejes a tus hijos con alguien de confianza no hará que tus hijos te olviden o te dejen de querer. Tenemos que comprender que los hijos cuando crezcan y se casen se irán de casa, pero nuestra esposa y nosotros los esposos siempre estaremos juntos.
  4. Una Carta escrita o un Correo Electrónico: Cuando andábamos de novios le escribíamos cartas y cosas lindas para conquistarlas, ahora de casados no escribimos ni un “Te amo” ni siquiera en una servilleta. Una buena manera de salir de la rutina es sentarte en tu computadora y escribir unas líneas a tu amada o a tu amado, expresarle en pocas palabras lo impórtate que es en tu vida y lo mucho que lo amas o la amas. Esa Carta tiene que ser escrita con mucho amor y tiene que ser sincera, escribir lo que tú sientes realmente, sin esconder nada. Te aseguro que esa carta o correo electrónico hará que tu día sea más placentero, tu esposa te recibirá como un rey.

Estas son cuatro cosas muy sencillas y que te ayudaran a salir un poco de la rutina del Matrimonio, recuerda que cada día que pasa es un nuevo día en donde no debemos de dejar de conquistar el corazón de nuestro cónyuge, vivamos cada día tomados de la mano de Dios para que su amor pueda resplandecer en nuestra vida y podamos trasmitirlo a nuestro ser querido.
El matrimonio no es solo un día feliz, como lo fue nuestra boda, sino que el matrimonio es todos los días que Dios nos ha permitido vivir junto a esa persona, hasta que la muerte nos separe.

viernes, 17 de octubre de 2014

Los primeros días de casado - Matrimonios

Por René Pleitez

Conocimos con mi esposa a una anciana que éste pasado mes de diciembre cumplió cincuenta años de casada con su esposo, y nos compartía que en ese tiempo habían pasado una infinidad de problemas y pruebas de parte de Dios en su matrimonio, que solamente habían podido sobrellevar esas luchas tomados de la mano de Jesús.
A una semana y días de haberme casado, el compartir con alguien que lleva “toda una vida” casada me hacía reflexionar en ¿Cuál es el éxito para llegar a ser un matrimonio duradero y feliz? Que son dos cosas muy diferentes pero que van de la mano.
Yo puedo compartir veinte, treinta o más años con mi esposa pero si no soy feliz no me he realizado como esposo (a), la perduración en el matrimonio no garantiza la felicidad en el mismo.
Para ser felices en el matrimonio lo principal es DEJAR QUE CRISTO SEA EL CENTRO DE NUESTRO MATRIMONIO. Sé que lo hemos escuchado todos los que estamos casados, pero eso es lo más complicado que puede existir, te explico el porqué.
Cada quien tiene un ritmo espiritual diferente, a mí me puede gustar escuchar y ser ministrado a través de las alabanzas, pero ella prefiere estudiar la Biblia y llenarse de ella; puedo pasar tiempo sentado a la computadora escribiendo mensajes y ella (el) visitando a los hermanos del grupo familiar, puedo orar por cinco minutos y ella (el) querer orar por media hora más; en fin una gama de actividades espirituales que DEBEMOS APRENDER A COMPARTIRLAS JUNTOS, si me ministra escuchar alabanzas invitar a mi esposa (o) a compartir ese momento conmigo, si deseo escudriñar las escrituras debo compartir con ella (el) la Biblia y escuchar su reflexión sobre ella, aprender a organizar el tiempo para visitar como matrimonio a otros hermanos que necesitan una palabra de ánimo.
El hacer de Cristo el centro del matrimonio no implica solamente que ambos serán cristianos y que realizarán actividades espirituales por separado, la Biblia nos instruye a los hermanos a ser sacerdotes de nuestro hogar y guiar a nuestra familia al blanco perfecto que es Cristo.
El matrimonio no es solamente para compartir un espacio físico juntos, o lo bello que Dios nos permite vivir, sino también el compartir la vida espiritual para llegar a ser verdaderamente felices. Es necesario procurar estar al mismo “nivel espiritual” del cónyuge para ser buenos administradores de las bendiciones espirituales que Dios quiere darnos en nuestro hogar.
Cónyuge viene del sustantivo latino cónjugem, que está formado por la preposición con y el nombre jugem (‘yugo’).
El verbo conjungere significaba originariamente ‘unir (animales) con un yugo’, ‘uncir’. De ahí pasó a significar simplemente ‘unir’ y, en uno de sus usos figurados, ‘unir con el vínculo del matrimonio’.
La comparación parecerá hasta un poco pesada pero a la verdad al momento de contraer matrimonio estamos unidos EN TODO con nuestra esposa o esposo, por lo que debemos pedir y hacer el esfuerzo por igual de caminar en la vida espiritual.
Recuerda que la Biblia nos manda a amar a nuestras esposas como Cristo ama a su iglesia y eso implica entregarnos completamente a ellas para apoyarlas, ayudarlas y guiarlas por el mejor camino que es la sana doctrina.
Las esposas son llamadas a ser sumisas a sus esposos, sin menoscabar su integridad y valor como mujer, estar al pendiente de lo que su esposo les sugiere que hagan para el bien del hogar y ser siempre atentas y amorosas con ellos.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Un capitulo para meditar: Proverbios 3

Exhortación a la obediencia

 Hijo mío, no te olvides de mi ley,
Y tu corazón guarde mis mandamientos;
Porque largura de días y años de vida
Y paz te aumentarán.
Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
Atalas a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón;
Y hallarás gracia y buena opinión
Ante los ojos de Dios y de los hombres.
Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;
Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos.
Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;
10 Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.
11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,
Ni te fatigues de su corrección;
12 Porque Jehová al que ama castiga,
Como el padre al hijo a quien quiere.
13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
Y que obtiene la inteligencia;
14 Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
Y sus frutos más que el oro fino.
15 Más preciosa es que las piedras preciosas;
Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.
16 Largura de días está en su mano derecha;
En su izquierda, riquezas y honra.
17 Sus caminos son caminos deleitosos,
Y todas sus veredas paz.
18 Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano,
Y bienaventurados son los que la retienen.
19 Jehová con sabiduría fundó la tierra;
Afirmó los cielos con inteligencia.
20 Con su ciencia los abismos fueron divididos,
Y destilan rocío los cielos.
21 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos;
Guarda la ley y el consejo,
22 Y serán vida a tu alma,
Y gracia a tu cuello.
23 Entonces andarás por tu camino confiadamente,
Y tu pie no tropezará.
24 Cuando te acuestes, no tendrás temor,
Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.
25 No tendrás temor de pavor repentino,
Ni de la ruina de los impíos cuando viniere,
26 Porque Jehová será tu confianza,
Y él preservará tu pie de quedar preso.
27 No te niegues a hacer el bien a quien es debido,
Cuando tuvieres poder para hacerlo.
28 No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve,
Y mañana te daré,
Cuando tienes contigo qué darle.
29 No intentes mal contra tu prójimo
Que habita confiado junto a ti.
30 No tengas pleito con nadie sin razón,
Si no te han hecho agravio.
31 No envidies al hombre injusto,
Ni escojas ninguno de sus caminos.
32 Porque Jehová abomina al perverso;
Mas su comunión íntima es con los justos.
33 La maldición de Jehová está en la casa del impío,
Pero bendecirá la morada de los justos.
34 Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores,
Y a los humildes dará gracia.
35 Los sabios heredarán honra,
Mas los necios llevarán ignominia.

martes, 14 de octubre de 2014

Yo y mi casa serviremos a Jehová - Matrimonios

Por Enrique Monterroza
Josué 24: 14, 15"Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”.
Se dice que nosotros los latinoamericanos somos machistas y que en nuestras casas se hace lo que nosotros decimos y no lo que nuestras esposas dicen. Pero yo he sido testigo muchas veces de hogares donde ese dicho de los latinoamericanos no se cumplen, y las que dirigen la casa son las mujeres y no los hombres.
Ahora bien, estoy totalmente en contra del machismo, puesto que Dios no nos ha hecho cabeza para maltratar a nuestra esposa, ni para mandar y tomar decisiones locas, es más Dios que nos ha dado a nuestra ayuda idónea nos pide en su Palabra que las  tratemos como a vaso frágil.
Si bien es cierto que estoy totalmente en contra del machismo, también estoy totalmente en contra del feminismo. No me parece correcto que mujeres quieran a la fuerza desempeñar el rol que Dios nos ha delegado a nosotros como hombres. La Biblia habla sobre que la mujer tiene que sujetarse a nosotros.
Como cabezas de hogar tenemos una responsabilidad mayor, ya que en nuestras decisiones esta la responsabilidad de mantener unida a nuestra familia. Pero qué triste es cuando un hombre cabeza de hogar no está tomando el rol que le compete y se está dejando manipular por las “voces extrañas”.
El anterior versículo narra un episodio en donde podemos sacar muchas enseñanzas, pero en este momento me quiero dirigir a una en concreto y es la autoridad que Josué tenía como para decir: “Yo y mi casa serviremos a Jehová”.
¿Cuántos de nosotros nos preocupamos porque nuestra familia tenga salud espiritual?, ¿Cuándo fue la última vez que le preguntaste a tu hijo del porque no está asistiendo a la Iglesia?, ¿Cuándo fue la última vez que le preguntaste a tu esposa como se sentía espiritualmente?, nosotros como cabezas de hogar, tenemos la responsabilidad de ser unos sacerdotes en nuestra casa y unos pastores espirituales para nuestra familia.
Dios quiere que nosotros nos preocupemos por el bienestar espiritual de nuestra familia. Lastimosamente hay hogares “cristianos” en donde el Padre no hace nada por animar a su familia a buscar de Dios, quizá el hijo anda en malos pasos, la esposa sin deseo de congregarse, su hija con novio y pegada al celular todo el día y mientras tanto nosotros como cabeza de hogar estamos pasivos viendo como nuestra familia se pierde poco a poco y se aleja del Señor.

Amado hermano, es hora de tomar el rol que un día Dios nos delegó, es hora de velar por el bienestar espiritual y en todo sentido de nuestra familia, es hora de ser los sacerdotes que Dios quiere que seamos en nuestro hogar, de tomar en serio nuestro papel de pastores espirituales de nuestra familia, pero para ello es necesario comenzar nosotros mismos a mantener una verdadera relación personal con el Señor, a buscarlo para ganar autoridad, a dar un testimonio que sea ejemplo a nuestra familia, pues eso es lo que Dios anhela de nosotros.