martes, 14 de octubre de 2014

Yo y mi casa serviremos a Jehová - Matrimonios

Por Enrique Monterroza
Josué 24: 14, 15"Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”.
Se dice que nosotros los latinoamericanos somos machistas y que en nuestras casas se hace lo que nosotros decimos y no lo que nuestras esposas dicen. Pero yo he sido testigo muchas veces de hogares donde ese dicho de los latinoamericanos no se cumplen, y las que dirigen la casa son las mujeres y no los hombres.
Ahora bien, estoy totalmente en contra del machismo, puesto que Dios no nos ha hecho cabeza para maltratar a nuestra esposa, ni para mandar y tomar decisiones locas, es más Dios que nos ha dado a nuestra ayuda idónea nos pide en su Palabra que las  tratemos como a vaso frágil.
Si bien es cierto que estoy totalmente en contra del machismo, también estoy totalmente en contra del feminismo. No me parece correcto que mujeres quieran a la fuerza desempeñar el rol que Dios nos ha delegado a nosotros como hombres. La Biblia habla sobre que la mujer tiene que sujetarse a nosotros.
Como cabezas de hogar tenemos una responsabilidad mayor, ya que en nuestras decisiones esta la responsabilidad de mantener unida a nuestra familia. Pero qué triste es cuando un hombre cabeza de hogar no está tomando el rol que le compete y se está dejando manipular por las “voces extrañas”.
El anterior versículo narra un episodio en donde podemos sacar muchas enseñanzas, pero en este momento me quiero dirigir a una en concreto y es la autoridad que Josué tenía como para decir: “Yo y mi casa serviremos a Jehová”.
¿Cuántos de nosotros nos preocupamos porque nuestra familia tenga salud espiritual?, ¿Cuándo fue la última vez que le preguntaste a tu hijo del porque no está asistiendo a la Iglesia?, ¿Cuándo fue la última vez que le preguntaste a tu esposa como se sentía espiritualmente?, nosotros como cabezas de hogar, tenemos la responsabilidad de ser unos sacerdotes en nuestra casa y unos pastores espirituales para nuestra familia.
Dios quiere que nosotros nos preocupemos por el bienestar espiritual de nuestra familia. Lastimosamente hay hogares “cristianos” en donde el Padre no hace nada por animar a su familia a buscar de Dios, quizá el hijo anda en malos pasos, la esposa sin deseo de congregarse, su hija con novio y pegada al celular todo el día y mientras tanto nosotros como cabeza de hogar estamos pasivos viendo como nuestra familia se pierde poco a poco y se aleja del Señor.

Amado hermano, es hora de tomar el rol que un día Dios nos delegó, es hora de velar por el bienestar espiritual y en todo sentido de nuestra familia, es hora de ser los sacerdotes que Dios quiere que seamos en nuestro hogar, de tomar en serio nuestro papel de pastores espirituales de nuestra familia, pero para ello es necesario comenzar nosotros mismos a mantener una verdadera relación personal con el Señor, a buscarlo para ganar autoridad, a dar un testimonio que sea ejemplo a nuestra familia, pues eso es lo que Dios anhela de nosotros.

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