viernes, 9 de octubre de 2015

El Padrenuestro: La Quinta Petición

Sólo el cristianismo otorga este don. Todo ser humano que haya vivido tiene conciencia, y sabe dos cosas con certeza: hay maldad en mí, y tengo algún tipo de problema con el poder sagrado que existe. Cuando las gentes hacen sus propios sistemas religiosos, siempre ponen la presión sobre el individuo para hacer las paces; hay reglas para obedecer, rituales para observar, propiciaciones y sacrificios, peregrinajes y diversos actos de devoción y obediencia. Pero solo el cristianismo regala el perdón. Jesús lo invita a pedirlo. 

"Cuando oréis, decid: ‘Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben’" (Lucas 11:2,4). 
Jesucristo, en la cruz del Calvario, obedeció perfectamente, hizo el sacrificio y el pago
necesarios; compró el perdón de los pecados para todo el mundo, y todo el que cree lo tiene. Él lo regala. También les ordena a sus creyentes que cada día tengan la misma misericordia para con los necios y los pecadores que los rodean. ¿Cómo puede ser tan fácil la primera mitad de esta oración y la segunda mitad tan difícil? Cuando ore la Quinta Petición, hágalo con toda su fuerza; no permita que Satanás le robe la absoluta confianza en el perdón, y no deje que un espíritu mezquino les niegue ese mismo perdón a las personas que lo piden de usted.

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