"Cuando oréis, decid: ‘Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben’" (Lucas 11:2,4).Jesucristo, en la cruz del Calvario, obedeció perfectamente, hizo el sacrificio y el pago
necesarios; compró el perdón de los pecados para todo el mundo, y todo el que cree lo tiene. Él lo regala. También les ordena a sus creyentes que cada día tengan la misma misericordia para con los necios y los pecadores que los rodean. ¿Cómo puede ser tan fácil la primera mitad de esta oración y la segunda mitad tan difícil? Cuando ore la Quinta Petición, hágalo con toda su fuerza; no permita que Satanás le robe la absoluta confianza en el perdón, y no deje que un espíritu mezquino les niegue ese mismo perdón a las personas que lo piden de usted.
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