lunes, 29 de febrero de 2016

Nuevos Wallpapers

Hola, hoy les traigo un paquete precioso de wallpapers cristianos extraídos de la página web http://lovelovingjesus.com/ , todos en resolución Full HD... Si les gustaron no olviden pasar por su página y compartir este muy buen trabajo...


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Para descargar el paquete comprimido da clic en el siguiente enlace que te dirigirá a nuestra plataforma en Google Drive donde los podrás descargar sin problemas y sin publicidad...



lunes, 9 de noviembre de 2015

Características de la oración poderosa: En el nombre de Jesús

Antes de ser detenido, torturado y asesinado, y sabiendo que todo eso iba a suceder, Jesús pasó unas horas intensas con sus discípulos, les dio información importante sobre cómo continuar con su vida y ministerio, cuando ya no iban a tener su presencia física en medio de ellos.

En especial quería que supieran que la estrecha relación que tenían con el Padre iba a continuar, porque su Salvador seguiría siendo su enlace personal con el trono. 

"todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo" (Juan 16:23,24).

Cuando uno escucha a los cristianos orar, a menudo oye que terminan las oraciones
diciendo: "en el nombre de Jesús", o de manera más formal: "por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos". Mencionar el nombre propio de Cristo es una buena costumbre, pero no es lo que Jesús quiso decir, no es sólo adjuntar su nombre propio como si fuera un rótulo genérico a las comunicaciones celestiales.

Orar en el nombre de Jesús significa creer que él es su Salvador, que su veredicto en el cielo se ha cambiado de "condenado" a "salvado", que ahora usted es considerado como hijo de Dios, y todo eso sólo por causa de Jesús.

También significa que pide en su nombre, en el sentido de su revelación, es decir, que cumple con su mandato de poner primero los planes de Dios.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Características de la oración poderosa: Confiada

Hay otra idea falsa sobre la oración que Dios desea corregir. Se podría pensar que una actitud apropiada de los cristianos necesitados, muchas veces necios, reincidentes, cuando se acercan al trono, es una miserable humildad. Se podría pensar que debemos presentar las peticiones tímidamente, sin atrevernos a pensar que el Gran Dios pudiera considerar
nuestros insignificantes problemas dignos de su atención, que debemos andar en puntas de pies alrededor de él, caminando con temor, como sobre cáscaras de huevo, murmurando rápidamente nuestras necesidades, y corriendo luego hacia la puerta.

Tonterías, dice el apóstol Santiago. Usted es hijo amado de Dios, príncipe o princesa real, sacerdote del templo celestial. Dios quiere que crea en la importancia de sus peticiones y que le crea a él cuando dice que recibe con interés información sobre los aspectos de su vida en que necesita ayuda. 
"Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor, ya que es persona de doble ánimo e inconstante en todos sus caminos" (Santiago 1:6-8).

La duda viene de Satanás. Si él puede sembrar dudas en su mente y hacer que sospeche que Dios se ríe de usted, que lo desprecia, lo ignora o se desentiende de sus problemas, la voz de su oración será en verdad tímida, y pronto cesará. Pero ¡Crea en su Palabra! ¡Reclame su nueva identidad! ¡Hable sin miedo! ¡No tema! ¡No dude! Dios sonríe cuando ve que usted se acerca.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Características de la oración poderosa: Juntos

A Dios le agrada que usted lo adore a solas: leyendo su Palabra, tarareando y cantando estrofas de himnos y cantos cristianos, mostrando aprecio y gratitud cuando ve lo bueno que ocurre. Y le agrada tanto o más cuando lo adoramos con un grupo de hermanos en la fe. Eso demuestra que usted está orgulloso de él, aumenta en gran manera las oportunidades de aprender de la sabiduría y del testimonio de los otros, aumenta el valor y la confianza en sí mismo a través de una comunión viva.

Ocurre lo mismo con su vida de oración. A Dios le agrada escuchar a cada uno, pero le agrada tanto la oración en grupo que le confiere promesas especiales a esa experiencia:
 "Otra vez os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi Padre que está en los cielos, porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos". (Mateo 18:19,20).

Hay muchas maneras de hacer esto: interceder los unos por los otros en los servicios de adoración, en reuniones de pequeños grupos de oración, en grupos de oración en línea, oraciones por teléfono, horario familiar, o grupos escolares. La belleza de esto es que Dios no sólo demuestra especial favor a esa clase de oración, sino que, como resultado, usted terminará también con amistades más profundas. Como escribió Salomón en

 Eclesiastés 4:9,10: "Mejor son dos que uno. . . . si caen, el uno levantará a su compañero".

¿Tiene compañeros de oración?

jueves, 29 de octubre de 2015

Características de la oración poderosa: Por otros

Todos tenemos una tendencia egoísta por naturaleza. Cuando nos damos cuenta de que podemos acceder al trono de Dios mediante la oración, nuestros primeros instintos son cuidar sólo de nosotros mismos. Pero así como el crecimiento espiritual nos ayuda a sentir la alegría y la satisfacción que provienen de servir a otras personas, el crecimiento y la madurez en la oración nos lleva a pensar en las necesidades de los otros antes que en las nuestras.

Pablo les pidió a sus hermanos y hermanas de Asia que oraran por él, mientras estaba prisionero en Roma, esperando el juicio en la corte imperial. 

"Orad también por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas, y con denuedo hable de él como debo hablar" (Efesios 6:19,20).

La palabra formal para este tipo de oración es intercesión. Yo personalmente he sido sostenido por las oraciones de otras personas maravillosas en tramos de mi vida en los que he estado demasiado distraído o perezoso para orar por mí mismo. Hasta que llegue al cielo, usted no sabrá cómo ha sido bendecida su vida por las fieles oraciones de personas que lo aman.

¿Puedo atreverme a pedirle que ore por mí hoy, para que pueda proclamar el evangelio sin temor?

martes, 27 de octubre de 2015

Características de la oración poderosa: Persistente

A los padres no les gusta que sus hijos les rueguen ni que su cónyuge los acose. Si a usted le
piden algo y la respuesta es no, no quiere volver a escuchar sobre eso una y otra vez, ¿no sería lógico suponer, entonces, que Dios se irrita cuando le pedimos algo más de una vez?

¿Lógico? Sí. Pero en realidad, la verdad es todo lo contrario; él no ve la repetición de las oraciones como ruegos molestos ni como acoso. "También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar. . . . 

‘¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?’" (Lucas 18:1,7).

En esa pequeña historia de Jesús, una viuda acosó por justicia a un juez hasta que él se la concedió. En lugar de criticar a la mujer por tanta persistencia, Jesús la alabó e invitó a todos los creyentes a ser como ella.

Cuando parece que nuestra primera oración no fue concedida, no sabemos con seguridad si Dios está diciendo no permanentemente, o si su respuesta es "quizás", o si la respuesta es "más tarde". Lo que sí sabemos es que el Padre no sólo tolera sino que acoge e incluso alaba las oraciones persistentes. ¡Ore y no desmaye!

sábado, 24 de octubre de 2015

El Padrenuestro: La Doxología

¿Ha notado que la conclusión del Padrenuestro, como la decimos en la iglesia, no se encuentra en la Biblia? Los protestantes, casi universalmente, terminan diciendo: "Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por los siglos de los siglos."

Aunque esa doxología (una breve declaración de alabanza a la Trinidad) no está en la
oración de la Biblia, constituye un final muy apropiado para la que enseñó Jesús; explica por qué tenemos plena confianza en que se nos concederán todas las cosas que pedimos, reafirma nuestro compromiso de santificar el nombre del Señor, de trabajar para extender su misericordioso reino en el corazón de las personas, y hacer de la obediencia a su voluntad la prioridad en la vida.

San Juan escuchó un canto magnífico de diez mil veces diez mil ángeles que están alrededor del trono de Dios: 
"y decían a gran voz: «El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza»" (Apocalipsis 5:12).
Una doxología como esa es una buena manera de finalizar cualquier oración, porque:
• Afirmamos que Dios es nuestro supremo Gobernante, nuestro Rey.
• Afirmamos que Dios es poderoso para hacer todo lo que le pedimos y más.
• Le suplicamos que nos conceda darle el honor y la gloria porque él nos da cuanto le pedimos.

Y cuando usted dice "Amén" al final, pone su signo personal de exclamación en lo que acaba de decir. "¡Esa es la verdad!"

lunes, 19 de octubre de 2015

El Padrenuestro: La Séptima Petición

Llámenme ingenuo, pero me gustaría pensar que no tengo enemigos. Me refiero a verdaderos enemigos, personas que quieran asaltarme o matarme.


Eso es lo que a Satanás le gustaría que yo piense. La Biblia dice que el diablo es un dragón, un león, una serpiente, que anda siempre rondando buscando a quien devorar, y en verdad es un enemigo mortal. Nos quiere atacar físicamente, invadir nuestra mente, volver a esclavizarnos a nuestra voluntad, y atraparnos para siempre en la mazmorra ardiente y sulfurosa, que es su destino.


"Cuando oréis, decid: ‘líbranos del mal’" (Lucas 11:4; Mateo 6:13). 

Tenga conciencia de lo que esto significa cuando ore. Las palabras diablo e infierno han perdido mucho de su significado en la forma de hablar hoy; son palabras para bromear, son palabras rudas para dar énfasis a las expresiones. Pero contienen una realidad mortal: que el príncipe de las tinieblas está buscando a quien devorar, y viene por usted.

Jesús aplastó la cabeza de la serpiente cuando murió y resucitó. Todos los que confían en él como su Salvador son perdonados, inmortales y seguros. Pida el perdón de Cristo, crezca en el conocimiento y en el poder que da la Palabra, y ore por la liberación final. Cuando esté en el cielo, ya no tendrá que orar haciendo esta petición.

viernes, 16 de octubre de 2015

El Padrenuestro: La Sexta Petición

El Padre celestial vigila su progreso en el camino a la vida eterna y desea ardientemente su éxito, no le agrada ver que algunos caen. Jesús lo exhorta para que pida la ayuda del Padre para mantenerse fuerte: 

"Cuando oréis, decid: ‘no nos metas en tentación" (Lucas 11:2,4). 

Santiago 1:13 nos muestra que Dios no tienta a nadie a pecar, él aborrece esa idea. Las cinco
palabras de esta petición son la abreviatura de una súplica para que Dios tenga misericordia de nosotros, por nuestras muchas debilidades pecaminosas y nos guarde de cometer suicidio espiritual. Todos somos propensos a ser descuidados, obstinados, duros de oído e imprudentes en la manera de vivir, y tenemos que seguir pidiéndole a Dios que envíe a sus ángeles protectores. Usted le puede ayudar a Dios a responder esta oración. La Biblia es un recurso poderoso para guardarnos de la tentación; es la armadura para el corazón y el yelmo para el cerebro. Espero que usted la lea todos los días. Dios también envía a otros cristianos a su vida; escúchelos cuando le hablen palabras de advertencia. Uno de los más grandes dones que le da Dios para protegerlo es su congregación. Si usted tiene una, apréciela mucho y dele gracias a Dios por la fortaleza que obtiene de ella. El pastor se preocupa por su bienestar espiritual, ora para que su viaje sea seguro, y le ayudará a tener cuidado con las cunetas.

viernes, 9 de octubre de 2015

El Padrenuestro: La Quinta Petición

Sólo el cristianismo otorga este don. Todo ser humano que haya vivido tiene conciencia, y sabe dos cosas con certeza: hay maldad en mí, y tengo algún tipo de problema con el poder sagrado que existe. Cuando las gentes hacen sus propios sistemas religiosos, siempre ponen la presión sobre el individuo para hacer las paces; hay reglas para obedecer, rituales para observar, propiciaciones y sacrificios, peregrinajes y diversos actos de devoción y obediencia. Pero solo el cristianismo regala el perdón. Jesús lo invita a pedirlo. 

"Cuando oréis, decid: ‘Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben’" (Lucas 11:2,4). 
Jesucristo, en la cruz del Calvario, obedeció perfectamente, hizo el sacrificio y el pago
necesarios; compró el perdón de los pecados para todo el mundo, y todo el que cree lo tiene. Él lo regala. También les ordena a sus creyentes que cada día tengan la misma misericordia para con los necios y los pecadores que los rodean. ¿Cómo puede ser tan fácil la primera mitad de esta oración y la segunda mitad tan difícil? Cuando ore la Quinta Petición, hágalo con toda su fuerza; no permita que Satanás le robe la absoluta confianza en el perdón, y no deje que un espíritu mezquino les niegue ese mismo perdón a las personas que lo piden de usted.