Cada año hay personas idealistas y emocionadas que tratan de obtener un préstamo para comprar su primera casa y en ese momento descubren que han arruinado su crédito desde hace mucho tiempo. Ningún banco les presta un centavo, por causa de su reputación. Si a usted le roban sus joyas, o si pierde de repente el auto, esas son cosas que se pueden reemplazar; pero, si arruina su reputación, encontrará que es diez veces más difícil llegar a restaurarla.“Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama vale más que la plata y el oro” (Proverbios 22:1). Diga la verdad. Pague sus cuentas. Viva dentro de sus posibilidades. Cumpla su palabra. Haga lo que dice que va a hacer. Espere a que lo pueda costear. ¿Hablo como su padre? ¿En realidad? ¡Gracias!
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