miércoles, 10 de septiembre de 2014

Habla con Amor - Matrimonios

Por Brian y Jenni Clayville de Paseo Church
Efesios 4:29No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan. (NTV)
Cuando te sientes herido(a) o desconectado(a) de tu pareja, ¿te cierras a ti mismo(a)? ¿O entras en conflicto? La mayoría de las personas caen en una de estas dos categorías.
 
Hombres, Dios nos llama a ti y a mi (Brian) a amar a nuestras esposas como Él nos ama a nosotros. Esto significa que debemos sacrificar nuestro orgullo. Sin importar qué tan correctos pensemos que estamos, debemos aceptar con amor a la persona a la que comprometimos nuestra vida y tratar de comprenderla. Debemos demostrarle amor en las maneras en las que sabemos que ella experimenta el amor. Esto ablandará su corazón y abrirá los canales de comunicación. Tomará tiempo y mucho esfuerzo, pero esto es nuestro deber.
 
La primer manera de mejorar la comunicación durante tiempos de dificultad es aprender a escuchar realmente lo que se esta tratando de comunicar. La mayoría de las veces no nos estamos comunicando bien, uno o ambos estamos escuchando algo muy diferente de lo que se esta diciendo. Considera clarificar diciendo, “lo que yo escucho que tu estas diciendo es….” y después dale tiempo a ella para clarificar para así asegurarte que ambos están en la misma página (o por lo menos, en el mismo libro). Aveces, lo único que ella desea es saber que tu la ESCUCHASTE.
 
Si la comunicación continua siendo difícil, pon un “tiempo de pausa” antes de responder. A mi me gusta tomar un momento para reflexionar en ¿por qué (yo, Jenni) amo a mi esposo?. Recordar las cosas buenas de nuestro tiempo juntos. Antes de responder, trata de recordar que tu esposo no es tu enemigo. Habla con el entendimiento que tu tienes los mejores intereses de ambos en mente. Si llegas al punto de sentir que tu tienes que “ganar” el desacuerdo, evalúate a ti misma. Si tu ganaste, eso significa que tu esposo perdió. Y como ustedes son uno en los ojos de Dios, eso significa que tu matrimonio no ganó.
 
Comienza a practicar algo nuevo. Toma un momento cada día para decirle a tu esposo(a) algo a él(ella)  por lo que estas agrecido(a). Sé especifico(a). Esto ayudará a disminuir las tensiones y quitarle el enfoque a las cosas que quizá te estén molestando. Una vez que se formen nuevos hábitos de comunicación, será mucho más fácil hablar sobre los temas más desafiantes. Lo más importante… siempre habla con amor.
  1. ¿Es difícil para ti hablar con palabras amables y amorosas a tu pareja? ¿Porqué si? o ¿porque no? 
  2. Toma un minuto ahora y dile a tu pareja por qué estas agradecido(a) por él/ella?

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