miércoles, 13 de mayo de 2015

Sane - Reflexiones

"Usted es un estúpido". "Usted es un inútil". "Nunca llegará a nada". "Lo odio". "Usted es un perdedor". Espero que usted nunca haya escuchado esas palabras, y espero que nunca las haya dicho. Pero muchas personas que usted conoce han sido golpeadas con palabras como esas.

Ese tipo de palabras le pueden hacer daño permanente a una persona. El mundo está lleno de adultos lacerados que fueron muy heridos hace mucho tiempo cuando eran niños. Y ahí es donde entra usted: “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada, pero la lengua de los sabios es medicina” (Proverbios 12:18).

Nuestros espíritus heridos han sido sanados, y siguen siendo sanados, por los mensajes de amor del Evangelio de Dios. Es muy emocionante ser útil a Dios mediante la transmisión de su bondad a las personas que tienen tan gran necesidad de ella. Practiquemos: “¡Buen trabajo!” “Me gusta mucho lo que ha hecho con su casa”. “Le tengo mucho aprecio”. “Gracias por ser mi amigo”. “Aprecio su consejo”. “Le tengo un gran afecto”.

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